A contracorriente

Comerme el mundo, saltar por encima de los muros del orgullo, romper las distancias, coger fuerzas de la nada, rasgarme la piel de tanto sonreír, caerme mil veces y levantarme dos mil, equivocarme y aprender, ir en contra de la gravedad, besar con los ojos, pisar con las manos, hablar en silencio, soñar con los ojos abiertos, gritar de alegría, llorar de felicidad, regalar abrazos, cambiar el mundo.

lunes, 3 de mayo de 2021

Esta vez no voy a caer del tren.

Siempre pensé que el amor era un tren muy largo y a pesar de que siempre subí deprisa,  nunca se me dio muy bien bajar. Las heridas de mi piel latían sangre a borbotones cuando me deslizaba del vagón por error, por no poder aguantar más el viento frío en mi rostro. 

Y ahora llegas tú y me das la mano firme, me curas las heridas sin prisa, con besos, con ganas de construir una nueva ruta juntos. Sin heridas, sin vagones descarrilados, con una lluvia de bendiciones y amor que me sale por todos los poros de mi cuerpo. Con ilusión, con proyectos, con la palabra familia grabada a fuego en nuestro destino que se acerca a gran velocidad. 

Con la seguridad de que esta vez no. Esta vez no voy a caer del tren. 



jueves, 15 de abril de 2021

Todo, con te.

Ganas de verte, de abalanzarme sobre ti y besarte mientras suena nuestra canción favorita de fondo. Ganas de que el tiempo pase, que se escurra entre mis dedos que se pierden en tu pelo, y van buscando su camino, memorizando cada poro de tu piel. Ganas de ti, de saber que estoy contigo, de llorar de emoción mirándote a los ojos, al darme cuenta de cuánto amor tengo dentro para ti.

Ganas de ser solo uno contigo, de construirlo todo a tu lado. Ganas de TODO, con te.



lunes, 29 de marzo de 2021

Persiguiendo el mismo sueño.

Tú y yo, rodábamos en direcciones distintas, en calles paralelas, en la misma ciudad. Tú y yo nos cruzábamos sin darnos cuenta, comprando en las mismas tiendas, sin prestar mucha atención a los demás. Tú y yo nos vimos, nos cruzamos, nos rozamos las miradas suavemente, sin saberlo, sin quererlo, sin buscarlo... Tú y yo nos conocimos con el tiempo, y el reloj fue muy muy lento, y el cielo nos embrujó. Bendita casualidad.

Y hoy no imagino mis días si tú no estás en ellos, hoy suspiro por perderme entre las yemas de tus dedos, entre las manecillas que recorren en silencio nuestro encuentro, entre las telas que tejemos con momentos... persiguiendo el mismo sueño.

Muriendo de amor por ti.



miércoles, 24 de marzo de 2021

En la misma dirección.

Aquel día fue mágico. Tu estabas radiante, sonreías con los ojos entreabiertos, con esa risa que tan loca me vuelve. El sol apenas se asomaba a primera hora de la mañana y tu y yo ya nos escapábamos a disfrutar de uno de los días más felices hasta entonces. Y las horas transcurrieron veloces, fundiéndose entre la nieve y los abrazos que nos dimos cada cuatro por ocho. Y tan felices, de habernos conocido, de haber coincidido en un camino que hasta entonces tuvimos que andar solos o acompañados de personas que nos harían aprender, pero no eran definitivas. Y por fin nuestros pasos se encontraban y podíamos bailar la misma música, en el mismo lugar... mirándonos a los ojos... para ir siempre juntos en la misma dirección. 


lunes, 22 de marzo de 2021

Amanecer junto a ti.

Esa certeza de que todo irá bien, esa libertad que recorre mi cuerpo como un escalofrío lleno de adrenalina, cuando me tomas la mano y me llevas a cualquier parte. Esa sensación que lo pausa todo a mi alrededor cuando empezamos a bailar muy despacio, mirándonos a los ojos, como si el mundo hubiese terminado y nosotros siguiéramos flotando en el aire, sin darnos cuenta. Esa alegría inmensa de amanecer junto a ti, de despertar en mitad de la noche y oírte respirar bajito, a pocos centímetros de mi piel. 



martes, 16 de marzo de 2021

Puedo leerlo en tus ojos cerrados, también.

El mar se oía de fondo, y aquel plan improvisado empezó a gustarme incluso antes de verte por primera vez. Mis patines volaban sobre el asfalto, mi reloj contaba los segundos que faltaban para encontrarme contigo. Y yo... sin saberlo. Sin saber que aquel día cambiaría el curso de los siguientes, sin saber que nuestros caminos se estaban a punto de cruzar... para siempre. Porque pase lo que pase yo ya no puedo estar sin pensarte, sin morir por verte, sin dar gracias a Dios por tenerte. Porque pase lo que pase yo sé que quiero estar contigo, tumbarme en tu regazo y que pasen las horas, riéndonos, hablando de todo, de nada, disfrutando del mejor silencio compartido.

Cocinar contigo, bailar contigo, pegar mi cara a la tuya, mis labios a los tuyos, que acaricies mis mejillas y un escalofrío me recuerde que cada segundo que pasa estoy más rendida a tus pies. Perderme en tu acento, en tus susurros mientras cierro los ojos recordándote que sí.... que te quiero tanto y apenas puedo decirlo con palabras cuando te tengo cerca. Pero yo sé que lo sabes... puedo leerlo en tus ojos cerrados también. 



lunes, 15 de marzo de 2021

De más nadie.

Nuestras manos unidas al viento, pausando cualquier momento, susurrando que esto no ha hecho más que comenzar. Nuestros ojos fijos dejándonos sin aliento, nuestros labios besando lento, nuestra suerte, nuestro amor, nuestro futuro cada vez más cierto. 

Y llegas tú y todo lo arrasas con tu paso, me abrazas y me llenas de ganas de estar contigo, durante horas,  días, semanas. Durante tanto tiempo que no existan calendarios... Quiero besos, muchos, tuyos. De más nadie. De ti lo quiero todo, amor, que me muero poco a poco... sin pedir que me rescaten.

https://drive.google.com/uc?export=view&id=1jlxtO5LQeiyEblpWu8xDQ082_6DuwDdu

domingo, 14 de marzo de 2021

Volvernos uno.

Nunca. Jamás pensé que podrías existir. Pero siempre soñé contigo. Nunca me creí del todo que a veces la felicidad llama a la puerta de tus días para pintarlos todos del color de la sonrisa más auténtica y bonita. Y entonces llegas tú y me preguntas si quiero pasar los días a tu lado, ver películas tumbada en tu regazo mientras llueve en la ventana. Y siento que el sol sale con tal fuerza, que mi pecho se estremece de alegría. Y es de noche, pero tus ojos, tu mirada... brilla. Más que nunca. 

Y te pienso a todas horas, cada minuto estás conmigo en la distancia. Quiero tenerte cerca, saber qué haces, comerte a besos, tapar tus ojos y sorprenderte con caricias. Quiero amarte, todo el día, perder la noción del tiempo, conocer cada manía, descubrir todos los poros de tu cuerpo. Hacerte mío, sentirme tuya, volvernos uno... toda la vida.

https://drive.google.com/uc?export=view&id=10G_54ppvE1Hwui0K7DJiK_qDtk0jwqxf

viernes, 12 de marzo de 2021

Tal vez no me creas.

No te esperaba, pero llegaste. No te busqué, fuiste tú quien me encontraste. Y tal vez no me creas pero si, después de solo tres días ya empiezo a acostumbrarme a ti. A tus besos, tus caricias, tu acento; a tu risa, tu mirar, tus gestos....

No te vayas, sé que no lo harás. Deja que la magia siga su compás. 



Nuestras ganas de observarnos más de cerca.

Encontrarte entre las olas de un mar feroz, 

fue lo más bonito que me pasó en mucho tiempo. 

Encontrarte allí, tan fuerte y frágil, tan lleno de vida... 

me dejaste sin aliento. 

El reloj corría y la curiosidad picaba más y más,

mis ganas de saber qué escondías, 

detrás de esos ojos, detrás de esa paz, detrás de tu letal sonrisa.

Soñé con darte la mano y tumbarnos bajo las estrellas de un cielo que,

presentó a la luna antes de saborear el día.

De un cielo tan inmenso y tan real,

que deseé observar toda la vida. 

Y así fueron creciendo...

Nuestras ganas de observarnos más de cerca, 

de mirarnos a los ojos de manera más intensa, 

de luchar contra el mundo,

de disfrutar cada segundo... sin que nadie lo impidiera.



jueves, 11 de marzo de 2021

Bendita casualidad.

Un nuevo amanecer. Cuando las nubes parecían haber llenado cada hueco del cielo, cuando el mar me llegaba a la garganta y apenas podía respirar, cuando el sol ardía y quemaba cada poro de mi piel, apareció la brisa cálida de tu mirada atenta. De tus ojos oscuros, de tu risa nerviosa, de mis nervios al verte. Y qué ganas de tenerte, de bailar contigo hasta olvidar el tiempo, de escucharte bajo las estrellas de un cielo tan incierto. Llegaste para salvarme, de mi misma, de un amor que me rasgaba por dentro. Llegaste para recordarme que la vida también regala sonrisas porque sí, y esta vez llevan tu nombre. 

Bendita casualidad, conocerte tan de repente. Bendita casualidad, compartir el mismo cielo. 



martes, 9 de marzo de 2021

A cámara lenta.

Y así, despreocupado pasas andando sigiloso por la vida, rasgando corazones sin piedad, sin hacer ruido, en el silencio. Y así parece que no has roto nunca un plato, que nunca has pagado el pato, que eres un ángel, que vuelas alto. Pero si ella se acerca, la zarpa hincas y la despechas. Si ella te besa, tus labios tiernos clavan espinas bajo la mesa. Si ella te busca, tu huyes despacio, sin darte cuenta, a cámara lenta.

https://drive.google.com/uc?export=view&id=1HiGO95pz88v1vEDTyM2aOSGOhKpPWSbP

Desapareciendo.

Siete días, una semana. Y tan pocas horas me bastaron para caer rendida a tus pies, a tu magia, a tus caricias traicioneras. Siete días y cuatro textos, varias decenas de versos que escribiste en mi nombre. Y me dejaste sin aliento. Cinco paseos, dos sorpresas, un pastel de chocolate y un encuentro inesperado al salir de clase. Y las mariposas alzaron su vuelo para envenenarlo todo con tus aires de grandeza, mientras me hacía más y más pequeña. Un corazón abierto de par en par, llorando sangre a bocajarro al despertar de un sueño enfermo, doscientas lágrimas mudas que caían en silencio formando un gran estruendo en mi interior. Lloviendo sin paraguas, llorando sin motivo aparente, ahogando mis penas en otras aún más grandes. Desapareciendo. 



lunes, 8 de marzo de 2021

Ahogo.

Ahogo. Sensación de que me falta el aire. Echarte de menos. Buscarte todo el tiempo. Ahogo. Respiración entrecortada, manos vacías, manecillas que amenazan con destruirlo todo, por momentos. Ahogo. Sonidos mudos que se clavan en el alma, más fuertes que un gigante, que hacen flaquear. Ahogo, ganas miles de verte, mil y un ganas de tenerte, de abrazarte, de sostenerte entre mis brazos. Ahogo. Suspiros largos y pacientes, puños cerrados, sangre que bombea a la espera de que tu la congeles. Con tus besos, con tu boca... con esa sonrisa que me vuelve loca.

https://drive.google.com/uc?export=view&id=1YFoJbg5g_TuCvd6BOAPi-J7HcDk7yRvy

viernes, 5 de marzo de 2021

No tan fuerte como antes.

Te echo de menos, sí. Pero no tan fuerte como antes. Es más una nostalgia pasajera, de esas que entran por la ventana cuando el verano se escurre entre los dedos de septiembre. Y todavía llevas puestas las chanclas. Te echo de menos, sí. Pero menos fuerte y más sano que hace un tiempo. Hoy pienso en ti y sonrío, no se me encoge el alma. Hoy creo que empiezo a quererte bien, y a dejar de lado las obsesiones absurdas. Te echo de menos, te echo de más... te imagino aquí frente a mi y (no te negaré que) me tiemblan un poco las piernas. Dicen que el tiempo todo lo cura, a excepción de mi locura, que por ti... me aleja de toda cordura.

https://drive.google.com/uc?export=view&id=1r-Qd7E0roin49PnlvHJPvIIDDQGlMNKn

lunes, 1 de marzo de 2021

Los días son las cartas que uno juega.

¿Qué te depara la vida cuándo tú eres el dueño de un destino que apenas vislumbras al abrir muy bien los ojos? ¿Qué tamaño debe ocupar la confianza en uno mismo para no temerle a nada y avanzar cual alfil, firme, en un tablero de ajedrez? 

Veo, que los días son las cartas que uno juega en la partida de la vida. Y de uno depende si elije un as o una dama, un tres o un ocho; si opta por la magia para multiplicar sus oportunidades o si por contra, las hace desvanecer. 

Veo que el futuro es uno mismo, andando por una línea imaginaria, tratando no salirse de la raya, afinando bien la puntería de un deseo que nace del corazón. El futuro es el coraje que impulsa al valiente a subirse a aquel tren que pasa solo una vez, y al mismo tiempo el vacío oscuro de aquél que sin fuerzas decide darse por vencido. Es un ojalá, un quién sabe... un enemigo o una oportunidad, según los ojos que lo abracen.



jueves, 25 de febrero de 2021

Momentos previos.

Momentos previos a verte, después de tanto tiempo y me pregunto: ¿qué habrá sido de ti? Tantos años nos dividen pero hoy los recortamos cual máquina del tiempo, para volvernos a descubrir. Miro atrás y te veo sentado, escena frágil y llena de amor que me empujaba a querer estar contigo para entender un poco más (y mejor) cada letra que nacía en tu interior. Te seguí un poco la pista (para qué negarlo, pues), y te pensé de vez en cuando, cual recuerdo allí estancado en la plaza de las personas que no quise olvidar nunca. 

Y seis (o siete) años más tarde cuento las horas para verte de nuevo. Me escribiste. ¿Por qué? ¿Con qué propósito lo hiciste? 


miércoles, 24 de febrero de 2021

Y el reloj no importó.

Me volviste loca, tan loca que la lluvia invadió mi alma y me ahogaba detrás de un portazo que sin existir, yo misma había imaginado. Pero entonces volviste. Volviste y el sol salió tan de prisa que su calor me pintó una sonrisa del tamaño de una felicidad infinita. Volviste y tu abrazo fue el alivio más grande que nunca antes había sentido. Y aquella magia que creí haberse escurrido volvió a enredarme entre las sábanas de un sueño que no hacía más que recordarme que los interrogantes solo sirven para hacerse daño, en tu ausencia. Y no tienen sentido. 

Tus dedos paseaban suavemente por mi cintura, acariciando con suavidad mi piel, y tus ojos se perdieron en los míos con tal facilidad, como si no hubiéramos pasado un solo instante en la distancia. Susurré a tus oídos "me encantas" tantas veces y mi voz no fue más que la tenue banda sonora de uno de esos momentos favoritos que se quedarán marcados en mi pecho para siempre. "Estás más guapa que nunca", suspiraste. Y el reloj no importó, y los toques de queda... tampoco.



lunes, 22 de febrero de 2021

El interrogante.

Tú, me miraste a los ojos y suspirando susurraste que te estabas ilusionando demasiado. Luego me abrazaste, me fundí en tu pecho y me besaste en el cuello, muy despacio. Tú me hechizaste desde el primer momento y ahora me ahogo en un universo de incertidumbre que me aprieta fuerte en la garganta. Como cuando quise decirte cuánto te quería y no me salieron las palabras por miedo a que salieras corriendo. Y es que hoy es muy difícil expresarse cuando los sentimientos no están de moda, hoy si uno es sincero los demás creen que está loco y lo miran extrañados. Hoy encontrar el amor es el mayor de los retos. Hoy tenerte es el interrogante más grande que ha inundado jamás mi suerte. 



Me pillé los dedos.

Me pillé los dedos de tanta ilusión. Que el sombrero negro fue un agujero oscuro y tenebroso que me hizo temblar de angustia cuando de un portazo te fuiste, sin darme cuenta. Y la magia que subió como la pólvora en el asiento de tu coche rojo, hoy descendía a tal velocidad que me quemaba los párpados si intentaba recuperar las cenizas que caían de lo alto. Y es que cuando la ilusión se cuela en el alma con tanta fuerza  e intensidad, deja un socavón profundo si decide retirarse sin aviso. 

Tengo sed, de una sonrisa que no contemplo; tengo hambre, de unos besos que ya no tengo; tengo ganas, de hacerte mío y quedarme sin aliento; tengo rimas, que sangran más y más por dentro. Y no te encuentro. Estoy a ciegas.



domingo, 21 de febrero de 2021

Un momento más.

Te pienso, a todas horas estás en mi mente. Te pienso y me doy cuenta de cuánta falta me haces. Y es que llevaba tanto tiempo buscando, que todas mi esperanzas se quedaron rezagadas mientras yo corría a ninguna parte. En tu búsqueda, supongo. Y hoy te miro a los ojos y se eriza cada poro de mi piel, hoy te recuerdo tumbado en aquel colchón que envolvía cada uno de nuestros sueños, donde mis ojos luchaban por contener las lágrimas que brotaban al pensar que iba a entregarme a ti. 

Hoy te recuerdo bajo la manta, jugando a hacer mil bromas. Te recuerdo con los ojos cerrados, delante mío, con tus pecas disimuladas entre tus mejillas ruborizadas. Te veo allí, tan frágil y tan fuerte al mismo tiempo, matándome de amor sin mover un solo dedo, tan solo con tu presencia. Vuelve, a comerme a besos durante horas, a recogerme a la salida de mis clases, a llenarme el alma de esperanza y alegría, a guiñarme el ojo y dejarme fuera de sí. Vuelve a mis brazos que necesito sentirte cerca, hazme la cucharita al dormir, acaríciame como solo tú sabes hacerlo. Déjame conocer cada rincón de tu piel y para el tiempo, por favor, que necesito un momento más... pero que sea eterno. 



viernes, 19 de febrero de 2021

Quererte.

Suena una canción, nuestra canción, y pienso en ti. Y en los pocos minutos que ha necesitado mi corazón para latir tan deprisa cuando te acercas, cuando tus labios rozan los míos, cuando tus manos se cuelan entre mi camiseta y mi piel. Y tengo miedo, mucho miedo, de que esto desaparezca cuando cierre los ojos esta noche y mañana ya no estés; tengo miedo de ilusionarme tanto, de abrirte mi corazón y que el amor se derrame por alguna grieta repentina. Pero entonces me miras a los ojos, me sonríes y me abrazas tan fuerte que se esfuman mis dudas, como si se escurrieran entre cuatros y ochos de picas, entre tus dedos mágicos, y las hicieras desaparecer. Quererte me está doliendo, me está matando, me está volviendo loca. Quererte a ti es la mayor locura que he hecho en tanto tiempo... y no quiero que termine nunca. 

https://drive.google.com/uc?export=view&id=16VQ6i6zQqElNxTkvhrEno6wlcWKgnnNa

jueves, 18 de febrero de 2021

Se me va la cabeza, contigo.

Allí apoyado en aquella barandilla de metal, esperándome. Con una sonrisa en los ojos. Y mi corazón se derrite. Que se me va la cabeza contigo, se me va, se me va. ¿Qué me das? ¿Qué me diste? 

Suena el despertador y no pienso en otra cosa que no seas tú, tu risa, tus ocurrencias, tu energía, tus ganas de mi, mis ganas de ti... de locuras contigo, de que me cojas de la mano y volemos muy alto, sin coger ningún avión. Mis ganas de conocerte cada día un poquito más, de aprenderme cada poro de tu piel de memoria, de colarme en tu corazón y quedarme allí para siempre. 


martes, 16 de febrero de 2021

Amar la vida.

Como si hubiese sabido que ibas a llegar, me quedé esperándote sentada en los bordes de la vida, observando para ver si venías, buscando entre la gente pero nunca aparecías. Pasé tantas páginas que llegó un punto en que dudé si realmente existirías, sin saber que estarías también buscándome, a los bordes de tu vida. El reloj no se detuvo, nuestros pasos tampoco; es más, se aceleraron. Inmersos en nuestras rutinas olvidamos poco a poco que el buscarnos no era cualquier tontería. Minutos, años, meses, días. Pero tú no aparecías. 

Entonces te recordé, pese a no haberte conocido todavía, y me puse a pensar en ti. ¿Realmente existirías? Un coche rojo se detuvo frente a mi, tú asomaste la cabeza enseguida. Yo te vi. Y después de tantas horas hablando me envolviste con tu magia y empecé, más que nunca, a amar la vida. 



lunes, 15 de febrero de 2021

Calla y háblame así.

Dime si es verdad, la magia en la que nunca creí, todo lo que me haces sentir, las horas que se escurren entre mis dedos cuando estoy cerca de ti. Dime si es cierto el verde azulado de tus ojos, que me mira tan intenso y tan dulce al mismo tiempo. Dime si todo esto va a desaparecer en algún sombrero negro o va a florecer hasta enredarnos en una sola piel. Dime, ¿dónde estabas? dime por qué has tardado tanto en aparecer... O solo quédate callado. Calla y háblame así, con la mirada, como solo tú sabes hacer. Hazme temblar con las yemas de tus dedos por mi espalda, con tus besos hechiceros. Hazme olvidar que el mundo existe, entela los cristales de tu coche con solo nuestra respiración entrecortada, mirándonos a los ojos. Mátame mientras conduces y me derrito oyéndote hablar. Hazme el amor con la mirada, de un modo que nunca antes logró hacerlo nadie, de un modo que solo conoces tú.  Envuélveme en tu magia, y quédate allí conmigo... siempre.




viernes, 12 de febrero de 2021

Posdata: voy por ti.

Te has ido, y al despedirte te has llevado más latidos de la cuenta. Y me ha costado respirar. Te has ido y contigo has arrastrado tantos sueños y momentos que apenas he podido hablar. Y al verte marchar mi corazón en un puño y mis lágrimas a punto de saltar por mis pupilas, se han quedado sin aliento. Entonces he sabido que voy a ir detrás de ti, que el avión de vuelta lo tomarás conmigo de la mano y podré poner mi cabeza en tu regazo mientras sobrevolamos el mar. Eres tú. Eres tú el único que me hace sentir tan viva, que me llena de alegría, que me hace crecer y aprender constantemente. Eres tú quien me abraza y siento que lo tengo todo, que no necesito más que un susurro de tus labios o una sonrisa de tu rostro, cuando me miras. 

Especial. Tan perfecto e imperfecto al mismo tiempo, tan tú. Tan extremadamente sincero, tan humilde, tan honrado, tan REAL. Y no hay nada que pueda enamorarme más que eso, que observarte mientras duermes y saber que es conmigo con quien más cómodo te sientes. Que la lluvia de aplausos cesa al cerrar la puerta de casa y son mis brazos los que buscas para descansar del mundo. Y ojalá sea así por siempre, ojalá nuestros caminos no hayan hecho más que empezar una historia en común, con unas huellas que van a pisar sus límites tantos y tantos días de ensueño. 

Posdata: voy por ti.



viernes, 22 de enero de 2021

Él.

Él me habla. A través de una puesta de sol, a través de una sonrisa, a través de aquel momento que se queda grabado en mi corazón para siempre. Él me cuida desde muy cerca, aunque no pueda verlo. Y a veces tengo vértigo, pero luego recuerdo que Él está conmigo y me siento más fuerte que nunca. Como un padre que mira a su hija con ojos de cristal, deseando que sea feliz, que tome decisiones que le hagan llegar hasta donde está llamada a llegar. Que le hagan vivir, que le hagan vibrar, que le hagan disfrutar de un camino lleno de interrogantes que deberá resolver. 

Y ojalá nunca se sienta sola, y ojalá note su mano acariciar su espalda cada vez que no sepa hacia donde dirigir sus pasos. Ojalá sepa escuchar, y seguir aquel destino que Él marcó para ella; que él marcó para mi. 






martes, 19 de enero de 2021

Entre garras.

Y aquí estoy de nuevo. Con unos años más en la mochila de la vida, con un abanico de alegrías y un puñado de tristezas que aun me acechan por las noches, cuando cierro los ojos, pero no a la realidad. Aquí estoy luchando contra mis propias caídas que en silencio se repiten, invisibles a aquellos que no pueden ver dentro de mi. Aquí estoy sangrando al intentar hacer feliz a todo aquel que me rodea sin pensar que tal vez yo también pudiera beber un poco de mi propia poción. Y así fue como me perdí, dejándome llevar por los pasos de un camino que juré no volver a pisar nunca, por la estela de una ola que años atrás había barrido por completo la orilla de mi alma. Pero ya no tenía fuerzas. 

Mi corazón se había vuelto tozudo con el tiempo, como aquellos viejos que fruncen el ceño un poco más, cada vez que soplan velas. Las cicatrices no le sentaron bien, y prefirió quedarse bien sentado, en los muros de una esperanza que cada vez veía más lejos. ¿Donde estás? Me repetía a mi misma una y otra vez, en sueños. Sé que sigues ahí, que puedes hacerlo, pero tus pasos no siguen a tu cabeza. La niña que soñaba con príncipes azules se acostumbró al lobo, y se niega a salir de sus garras, por miedo a rasgar su vestido. Las historias de princesas no son siempre felices, a veces no hay perdiz que las solvente. 

Y de pronto un rayo de luz se vislumbra en el horizonte de una realidad olvidada. ¡Hay salida! dice. Y te tiende la mano. Sus ojos verdes te recuerdan a un mañana mejor, a un cielo sin tantas nubes grises. Sus abrazos te hacen soñar sin necesidad de cerrar los ojos, sus palabras ablandan un poquito la tozudez del corazón. "No te vayas", le suplicas con los ojos. Y él te mira y te recuerda a la historia de amor más bella que jamás habrías pensado. Pero espera, ten cuidado... porque sigues entre garras.




viernes, 15 de enero de 2021

Noventa días sin ti.

La vida son momentos, son locuras, son latidos acelerados del corazón. La vida fuimos tu y yo aquellos días, donde el amor nos atrapó cual maleficio, transformando nuestros minutos en la bendición más grande. Y cuando nos dimos cuenta de que aquello que crecía con nosotros era grande, no pudimos ni quisimos detenerlo, y le dimos al botón de acelerar. Sumar aventuras, sumar risas, carcajadas, reservas de viajes en booking, vistas impresionantes, montañas muy altas, pantanos de ensueño, largas caminatas bajo el sol, puentes colgantes, restaurantes, conversaciones profundas, juegos absurdos, noches eternas que se grababan a fuego lento en nuestro corazón.