A contracorriente

Comerme el mundo, saltar por encima de los muros del orgullo, romper las distancias, coger fuerzas de la nada, rasgarme la piel de tanto sonreír, caerme mil veces y levantarme dos mil, equivocarme y aprender, ir en contra de la gravedad, besar con los ojos, pisar con las manos, hablar en silencio, soñar con los ojos abiertos, gritar de alegría, llorar de felicidad, regalar abrazos, cambiar el mundo.

jueves, 25 de febrero de 2021

Momentos previos.

Momentos previos a verte, después de tanto tiempo y me pregunto: ¿qué habrá sido de ti? Tantos años nos dividen pero hoy los recortamos cual máquina del tiempo, para volvernos a descubrir. Miro atrás y te veo sentado, escena frágil y llena de amor que me empujaba a querer estar contigo para entender un poco más (y mejor) cada letra que nacía en tu interior. Te seguí un poco la pista (para qué negarlo, pues), y te pensé de vez en cuando, cual recuerdo allí estancado en la plaza de las personas que no quise olvidar nunca. 

Y seis (o siete) años más tarde cuento las horas para verte de nuevo. Me escribiste. ¿Por qué? ¿Con qué propósito lo hiciste? 


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