A contracorriente

Comerme el mundo, saltar por encima de los muros del orgullo, romper las distancias, coger fuerzas de la nada, rasgarme la piel de tanto sonreír, caerme mil veces y levantarme dos mil, equivocarme y aprender, ir en contra de la gravedad, besar con los ojos, pisar con las manos, hablar en silencio, soñar con los ojos abiertos, gritar de alegría, llorar de felicidad, regalar abrazos, cambiar el mundo.

domingo, 21 de febrero de 2021

Un momento más.

Te pienso, a todas horas estás en mi mente. Te pienso y me doy cuenta de cuánta falta me haces. Y es que llevaba tanto tiempo buscando, que todas mi esperanzas se quedaron rezagadas mientras yo corría a ninguna parte. En tu búsqueda, supongo. Y hoy te miro a los ojos y se eriza cada poro de mi piel, hoy te recuerdo tumbado en aquel colchón que envolvía cada uno de nuestros sueños, donde mis ojos luchaban por contener las lágrimas que brotaban al pensar que iba a entregarme a ti. 

Hoy te recuerdo bajo la manta, jugando a hacer mil bromas. Te recuerdo con los ojos cerrados, delante mío, con tus pecas disimuladas entre tus mejillas ruborizadas. Te veo allí, tan frágil y tan fuerte al mismo tiempo, matándome de amor sin mover un solo dedo, tan solo con tu presencia. Vuelve, a comerme a besos durante horas, a recogerme a la salida de mis clases, a llenarme el alma de esperanza y alegría, a guiñarme el ojo y dejarme fuera de sí. Vuelve a mis brazos que necesito sentirte cerca, hazme la cucharita al dormir, acaríciame como solo tú sabes hacerlo. Déjame conocer cada rincón de tu piel y para el tiempo, por favor, que necesito un momento más... pero que sea eterno. 



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