A contracorriente

Comerme el mundo, saltar por encima de los muros del orgullo, romper las distancias, coger fuerzas de la nada, rasgarme la piel de tanto sonreír, caerme mil veces y levantarme dos mil, equivocarme y aprender, ir en contra de la gravedad, besar con los ojos, pisar con las manos, hablar en silencio, soñar con los ojos abiertos, gritar de alegría, llorar de felicidad, regalar abrazos, cambiar el mundo.

miércoles, 11 de julio de 2012

Ven aquí tonta

Si, no ha tardado en regresar. Y parece que esta vez es tan fuerte que siento que muero poco a poco de tristeza. Intento contener las lagrimas que se van acumulando veloces en mi pecho, cuando siento que es una gran marea la que me ha inundado y solo puede salir con su abrazo y sus palabras, con su sonrisa y su te quiero. Porque siento que me muero cuando pasa, porque esto me va a matar y es tan inexpresable el dolor, que ni él puede sentirlo. Yo no, es mi corazón el que llora y el que muere buscando aquella salida en la que él me mira a los ojos y estrechándome  en sus brazos me dice: ven aquí tonta.



No hay comentarios:

Publicar un comentario