A contracorriente

Comerme el mundo, saltar por encima de los muros del orgullo, romper las distancias, coger fuerzas de la nada, rasgarme la piel de tanto sonreír, caerme mil veces y levantarme dos mil, equivocarme y aprender, ir en contra de la gravedad, besar con los ojos, pisar con las manos, hablar en silencio, soñar con los ojos abiertos, gritar de alegría, llorar de felicidad, regalar abrazos, cambiar el mundo.

domingo, 22 de julio de 2012

No promises

A veces se hacen promesas, simplemente vuelan las palabras en el aire, y por un momento estás plenamente convencido de que vas a cumplirlo, te armas de valor y asientes en tu interior, como si nada ni nadie fuera a impedir aquello. Pero de pronto el corazón grita que aquello no es posible, y la cabeza contradice como de costumbre. Y llega la hora de la verdad e intentas ser fuerte, mantener la compostura, no flaquear, no rendirte. Y parece que lo has logrado, pero algo llega, y parece que el corazón va a vencer, tu intentas evitarlo, pero suele ganarte y esta vez no se queda rezagado. Y sin darte cuenta aquella promesa se esfuma, se desvanece, y se encuentra ya muy lejos, pero esta vez ya no es una promesa, son solo palabras rotas, que una vez, tuvieron un sentido.



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