A contracorriente

Comerme el mundo, saltar por encima de los muros del orgullo, romper las distancias, coger fuerzas de la nada, rasgarme la piel de tanto sonreír, caerme mil veces y levantarme dos mil, equivocarme y aprender, ir en contra de la gravedad, besar con los ojos, pisar con las manos, hablar en silencio, soñar con los ojos abiertos, gritar de alegría, llorar de felicidad, regalar abrazos, cambiar el mundo.

lunes, 16 de julio de 2012

Amar las imperfecciones

Nunca era lo suficientemente perfecto. Siempre había un pequeño fallo que destruía cualquier ideal de perfección. Y no quería pero no encontraba solución, incluso se planteaba desistir. Abandonar. Jamás iba a encontrar aquello que anhelaba, pues parecía ser que no existía y no había más remedio que ponerle un fin. Pero un esbozo de esperanza permanecía en su corazón, y algo le hizo ver que no podía exigir aquello que no merecía. Tal vez debes cambiar, debes aprender a amar las imperfecciones, y de ese modo, serás realmente feliz.





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