A contracorriente

Comerme el mundo, saltar por encima de los muros del orgullo, romper las distancias, coger fuerzas de la nada, rasgarme la piel de tanto sonreír, caerme mil veces y levantarme dos mil, equivocarme y aprender, ir en contra de la gravedad, besar con los ojos, pisar con las manos, hablar en silencio, soñar con los ojos abiertos, gritar de alegría, llorar de felicidad, regalar abrazos, cambiar el mundo.

miércoles, 4 de julio de 2012

Freeze the picture

Hay momentos que desearías congelar, o simplemente que no terminaran nunca, porque el nivel de felicidad supera cualquier pensamiento, cualquier sentimiento. Y te sientes tan afortunado que no cambiarías nada, te das cuenta de la suerte que tienes y de que hay cosas que no se escogen, solo te tocan, y tu eres un privilegiado. Todo esto pasa por tu mente en tan solo media milésima de segundo, cuando no te da ni tiempo para meditarlo, y tal vez vuelva a cruzar tu mente algún día. Cuando desees volver a retener un momento, y no en una fotografía, sino en el corazón.



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