A contracorriente

Comerme el mundo, saltar por encima de los muros del orgullo, romper las distancias, coger fuerzas de la nada, rasgarme la piel de tanto sonreír, caerme mil veces y levantarme dos mil, equivocarme y aprender, ir en contra de la gravedad, besar con los ojos, pisar con las manos, hablar en silencio, soñar con los ojos abiertos, gritar de alegría, llorar de felicidad, regalar abrazos, cambiar el mundo.

martes, 28 de mayo de 2013

Frío cuento, nunca escrito

Siento que una mota de polvo se ha colado en mi pecho y no puedo respirar bien. 
Siento que desde que te fuiste el cielo es gris, y los pájaros emigraron a dondequiera que fueras. 
Siento que aquel adiós que susurraron tus labios con tanto miedo y atrevimiento hoy me mata. Siento que desde que no estas aquí desfallezco, a pesar de que me quedé en el suelo para no derrumbarme tanto, y tener una excusa para poder ser más fuerte, o por lo menos creerlo. Siento que te llevaste mi corazón y ahora tengo un hueco vacío en el alma que lleva tu nombre y no para de sangrar. 
Siento que el viento que hoy acaricia mi cara, grita que el amor me dejó sin blanca, en la estacada, de un frío cuento que jamás fue escrito.



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