A contracorriente

Comerme el mundo, saltar por encima de los muros del orgullo, romper las distancias, coger fuerzas de la nada, rasgarme la piel de tanto sonreír, caerme mil veces y levantarme dos mil, equivocarme y aprender, ir en contra de la gravedad, besar con los ojos, pisar con las manos, hablar en silencio, soñar con los ojos abiertos, gritar de alegría, llorar de felicidad, regalar abrazos, cambiar el mundo.

domingo, 12 de mayo de 2013

Como que me levanto y mi corazón arde.

Es como que me levanto y mi corazón arde, pues aún me recuerda todo lo que vivimos anoche, de manos, paseando por las ramblas, siendo tan felices que apenas cuenta nos dábamos. 
Y hoy, sí, mi mente no cesa de recordarte, y sé que, tal vez, nuestros recuerdos también han llegado a tu corazón. Tu y yo, locos, traicionados por un amor tan sano y bonito, que me daría miedo mencionarlo si no fuese tan cierto. 
Princesa de nuestro mundo, de nuestro cuento infinito, me hacías sentir. Besos con sabor a 'te quiero conmigo para siempre' en el reborde de una fuente, casi oía más mis latidos acelerados, que el agua que brotaba a nuestras espaldas. 
Y tú, frente a frente conmigo, clavabas en mis ojos la más dulce de las miradas.



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