A contracorriente

Comerme el mundo, saltar por encima de los muros del orgullo, romper las distancias, coger fuerzas de la nada, rasgarme la piel de tanto sonreír, caerme mil veces y levantarme dos mil, equivocarme y aprender, ir en contra de la gravedad, besar con los ojos, pisar con las manos, hablar en silencio, soñar con los ojos abiertos, gritar de alegría, llorar de felicidad, regalar abrazos, cambiar el mundo.

jueves, 30 de mayo de 2013

Te ibas

Tan duros, tan secos, tus pasos. Te ibas, sí, y yo moría un poco más con cada golpe, con cada paso vacío. 
Decías que no, que ya nada era lo mismo, y así rompías todo aquello que construimos juntos, o eso sentía yo. 
El dolor llenaba de furia y llanto mis ojos, oscuros, nublados sin ti. Intenté gritar con la mirada, pero tus ojos no querían escuchar, y de pronto ya no estabas, tu sombra se fue contigo, dejándome en el fondo de aquel viejo sueño roto que alguna vez tuvo sentido.



martes, 28 de mayo de 2013

Frío cuento, nunca escrito

Siento que una mota de polvo se ha colado en mi pecho y no puedo respirar bien. 
Siento que desde que te fuiste el cielo es gris, y los pájaros emigraron a dondequiera que fueras. 
Siento que aquel adiós que susurraron tus labios con tanto miedo y atrevimiento hoy me mata. Siento que desde que no estas aquí desfallezco, a pesar de que me quedé en el suelo para no derrumbarme tanto, y tener una excusa para poder ser más fuerte, o por lo menos creerlo. Siento que te llevaste mi corazón y ahora tengo un hueco vacío en el alma que lleva tu nombre y no para de sangrar. 
Siento que el viento que hoy acaricia mi cara, grita que el amor me dejó sin blanca, en la estacada, de un frío cuento que jamás fue escrito.



Rutina

Rutina. Un hombre sentado en el suelo del andén. Y mira la hora, otra vez. La otra mitad del andén está vacía, o tal vez, demasiado llena de rutina. 
Hombres, mujeres, mecanizados, con ojeras y casi malas caras, con las sábanas pegadas, permanecen inmóviles, quietos, en la triste estación.


domingo, 12 de mayo de 2013

Silencio, es un secreto.

Es como aquel impulso que nunca recibí para la vida, es como las palabras que no, que nunca dije por miedo a que te marcharas, o a que te quedaras demasiado tiempo, no lo sé.
Es como las lágrimas que aún yacen en el fondo de mi alma, y sí, a veces las siento ahí, en el nudo de mi garganta, pero las vuelvo a enterrar en mis entrañas.
Es como los abrazos que nunca di, los besos que sellé en tu piel, solo con la mirada.
Es como que me dijeron que nunca diga nunca, pero sé que nada de eso vendrá, pues ni siquiera existe, pues se fue,  pues solo existió en un rincón de mis esperanzas, de mis ilusiones, pero, silencio, es un secreto.


No.

No. Que no, que no se puede. Que la corriente nos mueve, que el destino trazó las cruces que hoy seguimos. Que a veces pienso en ti y lloro, y aún no sé porqué.
No. No es fácil, el viento arrastró la sencillez pintándolo todo con aire complejo. Se llevó nuestros sueños, ilusiones, risas, anhelos, ¿a dónde fueron? no sé si quiero saberlo, pero me gustaría. Que mis latidos me asustan, sorprenden, hieren, pero más los tuyos.
Y tal vez el mundo se ha vuelto loco, o los locos somos nosotros, pero escucha, a veces tengo miedo.
Que mi lápiz desgarra el papel, pues estas palabras ,e ,atan, que esta fuerza que me impulsa a escribir la siento tan dentro, que a menudo me pierdo, confundiendo sílabas con latidos, oraciones más vivas que muchas personas, y eso, no creo, que pueda comprenderlo.


Querer, ¿qué es querer?

Querer, ¿qué es querer? Si querer conlleva sufrir, parece que para eso nací. Luchar, por aquello que amas, por aquello que anhelas, por aquello que quieres querer. 
Llorar, dejarte llevar, naufragar en recuerdos, pensar. Amar, amar es querer, amar es sufrir y luchar, llorar al pensar, amar es morir de ilusión. Volar, soñando, volar. 
Soñar que me quieres querer, soñar, que recuerdas que ayer, luchabas así, luchabas llorando de tanto pensar. Sí, tan solo escapar, hundirse en palabras que ya, no tienen razón. 
Pues sí, tal vez, sería mejor, callar, pues tanto pensar, hará que no quiera querer.


Como que me levanto y mi corazón arde.

Es como que me levanto y mi corazón arde, pues aún me recuerda todo lo que vivimos anoche, de manos, paseando por las ramblas, siendo tan felices que apenas cuenta nos dábamos. 
Y hoy, sí, mi mente no cesa de recordarte, y sé que, tal vez, nuestros recuerdos también han llegado a tu corazón. Tu y yo, locos, traicionados por un amor tan sano y bonito, que me daría miedo mencionarlo si no fuese tan cierto. 
Princesa de nuestro mundo, de nuestro cuento infinito, me hacías sentir. Besos con sabor a 'te quiero conmigo para siempre' en el reborde de una fuente, casi oía más mis latidos acelerados, que el agua que brotaba a nuestras espaldas. 
Y tú, frente a frente conmigo, clavabas en mis ojos la más dulce de las miradas.



miércoles, 1 de mayo de 2013

TU


TU. Se que me necesitas tanto como yo a ti, se que me amas, continuamente me lo repites. 
Mi corazón late con tu mirar, sabes que el amor verdadero esta en el interior, en darlo todo de ti para la felicidad de la otra persona, pues su felicidad es la tuya. 
Sabes bien que mi mayor placer es ayudarte, ver ese brillo en tus ojos, comprenderte, aconsejarte. 
Tu, no huyas de los pensamientos, de los deseos, te digo, que yo puedo lograr que se cumplan, pues te amo, y estoy dispuesta a darlo todo de mi, por una sonrisa sincera de tus labios.

Quizá


Quizá no había subido por una enredadera a mi ventana, ni venía vestido de príncipe. Pero yo dormía, a altas horas de la fría noche, y nevaba. De pronto sonó el timbre fuertemente y me sobresalté, brincando de la cama. 
Era él, venía a verme, me echaba de menos, me amaba, necesitaba verme. Y yo, aturdida por la sorpresa, apenas abría los ojos amenazados por la luz de las bombillas. 
Pero él, me tomó de las manos y andamos por la casa hablando en susurros, envueltos en abrazos cálidos y llenos de ternura, como si aquella fuera la noche más mágica de todos los tiempos.


Quema


Quema mi pecho de dolor, soportando el temblar de mis fríos huesos. 
Quema el saber que no me hablas, el estar esperando en vano palabras que resuenan en mi mente, vacías de sentido, quema el corazón ardiendo en llanto dulce, aquel que no sale al exterior, pues tanto quema, que muero de dolor.


Locura, celos, horror


La locura lo corroía, los celos teñían sus entrañas de dolor, pues eran cuchillos intensos y afilados que perforaban su pecho. 
Se estremecía, sufriendo cada imagen de su imaginación, creando historias que apenas ocurrían fuera de su revuelta cabeza. 
Haciendo del amor algo insano, con lo bello que puede ser.


Fake


Pero era un mundo falso. 
Los silencios llenos de palabras, los gritos sin peso ni valor, las amistades vacías, los corazones llorando de dolor. 
Las palabras sin sentido, las gentes hablando a sus espaldas, los ojos llorando sangre, y la maldad se apoderaba de la magia.


Siento que

Siento que muero si no te tengo cerca. 
Siento que puedes herirme con tan solo una mirada, sin necesidad de que se dirija hacia mi, pues te siento tan dentro, que todos tus actos repercuten en lo que soy. 
Siento que muero cuando lloras, cuando estas preocupado, o disgustado conmigo. 
Siento que muero cuando te fallo, y veo recortada una confianza tan necesaria que se va derrumbando poco a poco. 
Siento que te amo, que te deseo con todas mis fuerzas y a la vez esa fuerza a veces se vuelve en mi contra, provocando un odio que sabe a dulce, de aquel que deseas marcharte de tu lado pero ser perseguida y luchada. 
Siento que sin ti no puedo vivir, porque no quiero una vida sin ti, pues siento que eres mi mitad, mi corazón, por donde sale cada uno de mis sentimientos. 
Siento que enciendes luces cuando me ves, como si mereciera todo lo mejor, y eso me hace feliz. Pues yo solo quiero sentir, el amor que siento al estar contigo, y que me hace tan feliz.



Destinados


Frío suelo, corazón caliente. Una niña esta pensando en él, en aquel chico al que hoy echa tanto de menos. 
La imaginación sueña moviéndose por senderos donde nadie antes estuvo. El amor, es la belleza de habitar lugares que solo existen para aquellos destinados a soñar juntos. 


Cosquillitas


Cosquillitas. Tanto amor recorría mis venas que paralizaba mi sangre, y mi sonrisa jugaba con sus labios mientras lloraba de felicidad presa bajo sus dulces brazos que me mataban con cada cosquilla que sentía mi cuerpo, estremeciéndose ante aquel bonito momento de ilusión a su lado.