A contracorriente

Comerme el mundo, saltar por encima de los muros del orgullo, romper las distancias, coger fuerzas de la nada, rasgarme la piel de tanto sonreír, caerme mil veces y levantarme dos mil, equivocarme y aprender, ir en contra de la gravedad, besar con los ojos, pisar con las manos, hablar en silencio, soñar con los ojos abiertos, gritar de alegría, llorar de felicidad, regalar abrazos, cambiar el mundo.

sábado, 15 de septiembre de 2012

A veces lloras

A veces lloras. Y no es por ninguna razón en concreto, no por ser un signo de debilidad, sino por un cúmulo de razones aguantadas, por querer ser fuerte mucho tiempo. 
Llega un momento en el que estallas, y las lágrimas caen sin motivo, solo caen. 
Otros te verán llorar y no comprenderán, pues no saben el tiempo que llevaban aguardando tras tus fuertes párpados, y ya salen, dejando en tu interior un amplio desahogo. 





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