A veces fallas. Y caes tan bajo, que ni siquiera sabías que existía ese lugar. Y es el lugar más triste y oscuro, de donde solo puedes salir con su ayuda. Entonces lloras, tu error. Otra vez. Y ese algo tan fuerte que antes os unía, ahora se ha vuelto en contra. Y es todo por tu culpa. Él no se lo merece. Solo quieres llorar. Ahora parece que aquellas miradas se evitan, que todo aquel amor se ha visto tan ofendido y traicionado que se va alejando. Ya no te habla, ya no te mira, ya no te da la mano, ya no te besa, ya no sonríe, y tu, sientes que ya has muerto.
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