A contracorriente

Comerme el mundo, saltar por encima de los muros del orgullo, romper las distancias, coger fuerzas de la nada, rasgarme la piel de tanto sonreír, caerme mil veces y levantarme dos mil, equivocarme y aprender, ir en contra de la gravedad, besar con los ojos, pisar con las manos, hablar en silencio, soñar con los ojos abiertos, gritar de alegría, llorar de felicidad, regalar abrazos, cambiar el mundo.

viernes, 28 de septiembre de 2012

Él y nadie más

Solo él tiene el poder, el don, facilidad, de hacerte feliz o hacerte llorar en tan solo unos segundos, con unas pocas palabras, o tal vez, con solo una mirada. 
Sabes que todo irá bien o que todo está oscuro, te duele el pecho o saltas de ilusión. 
Y si estás triste, solo él puede alegrarte, y si te sientes muy feliz, solo él puede hundirte, pues él es ahora dueño de tus sentimientos, de tu corazón, está por tanto, en sus manos, hacerte feliz. 


martes, 25 de septiembre de 2012

Días raros

Días raros, monótonos. Un anciano sujeta un ramito de rosas color fresa y las huele detenidamente con cierto aire melancólico en su arrugado y suave rostro. 
Casi se pueden leer cada uno de los recuerdos que flotan por su mente con solo mirarlo, y lleva un pequeño saquito colgado al hombro. 
Su cuello se encuentra rodeado, prisionero de una corbata de dibujos verdes, y sus pies cubiertos por unos zapatos antiguos, andan por el andén del viejo tranvía, en busca de un reencuentro, tal vez, con algún recuerdo del pasado.


Juventud

Juventud. 
Es belleza, es ganas de vivir, de ser feliz. 
Es emoción, sensaciones, locuras y todo amor. Ilusiones, sueños, detalles, risas, amistades y ganas de descubrir y sonreír. 
Un primer amor, con un primer y único beso, con un cosquilleo interior, y tantas lágrimas de felicidad y dolor. 
Es desear quedarte estancado en esa edad para siempre, no querer crecer más. 
Es juventud, es casi perfección, sin grandes procupaciones ni problemas. Solo felicidad. 
Sentir que eres la persona más afortunada, la que puede comerse el mundo, a la que todo le va a sonreír.


Que desea hacerte su princesa

Pero él contigo es distinto, otra persona, o tal vez, la verdadera e increíble persona que tiene dentro. Y se abre y te cuenta en voz bajita sus secretos, y tú le cuento los tuyos. Así, poco a poco, muy despacio, y os vais conociendo cada vez más, y enamorándoos por el camino sin daros cuenta. Y para entonces estáis estirados en cualquier lugar, de noche, y apoyados uno en el otro miráis el cielo, y os reís y habláis. Entonces llega ese silencio que dice más que mil palabras, ese que se llama amor, que se llama desear que ese momento no termine jamás, ese que es imposible. Pero él se incorpora y te besa los labios, con mucho cuidado, con más amor que nunca, y lees en el brillo de sus ojos, que desea hacerte su princesa.


Insomnio

No logras conciliar el sueño. Tus pies desnudos se asoman por debajo del edredón caliente en busca de aire fresco. 
Tu cabeza da vueltas y vueltas a una almohada que te acompaña cada noche en tus sueños, y el colchón parece que está tal vez demasiado blando. 
Tus ojos brillan en una negra oscuridad que se ha vuelto invasora de la habitación y tu mente comienza a volar y viajar entre los sueños y deseos que se esconden en tu corazón. 
Contar ovejas está ya muy visto, así que decides cerrar los ojos e imaginar que lo tienes al lado, a él. Sí, ya lo oyes respirar, y de pronto te agarra la mano y te susurra: buenas noches princesa. 
No puedes evitar sonreír. 
Su voz suena como de costumbre, grabe y dulce, y sus dedos acarician los tuyos con suavidad. Poco a poco sientes que flotas, que pierdes la noción de los segundos, que ya te has dormido. 
Y cuando te despiertes, tal vez desees volver a soñar que estaba a tu lado, llamándote princesa.


sábado, 15 de septiembre de 2012

A veces lloras

A veces lloras. Y no es por ninguna razón en concreto, no por ser un signo de debilidad, sino por un cúmulo de razones aguantadas, por querer ser fuerte mucho tiempo. 
Llega un momento en el que estallas, y las lágrimas caen sin motivo, solo caen. 
Otros te verán llorar y no comprenderán, pues no saben el tiempo que llevaban aguardando tras tus fuertes párpados, y ya salen, dejando en tu interior un amplio desahogo. 





viernes, 14 de septiembre de 2012

Ocho, y cada vez más

Ocho. Y cada vez más. Cada vez amas más su sonrisa, su olor, su mirada y sus abrazos. Te sientes cada vez más feliz a su lado, y cuando te alejas de él lo echas demasiado de menos. Piensas todo el tiempo en qué estará haciendo, y sueñas con un futuro a su lado. Solo oír su nombre sonríes, adoras oler a él después de un día juntos, y te encanta pasear de su mano, sin importar el lugar, tan solo su presencia. Si peleáis, sientes que el mundo se te echa encima, apenas puedes respirar, y aunque no quieras, lloras, tanto, que tal vez te asusta, porque es entonces cuando te das cuenta de que lo que sientes es lo más verdadero que has sentido jamás. Te gusta hacerlo reír, que se ponga celoso, que te mire disimulando de reojo, que te cante canciones y que te demuestre que te quiere mucho, y te cuide y trate como una princesa. Sueñas con despertar y leer un buenos días, ya que todavía no puedes despertar a su lado, y el corazón te late muy de prisa después de unos días sin verle. Cada segundo que pasa te enamoras más de él, y lo peor de todo es, que te encanta, y que quieres que así sea, para el resto de tus días. 


lunes, 10 de septiembre de 2012

Dos en uno

Y las nubes se evaporan con el calor del sol. Y el sol se va. Ya es de noche. Solo tu y él, cuando él se decide a hablar, y tu, con lágrimas retenidas en los ojos, tansolo escuchas esas palabras, que salen despacio de sus labios. Todo va de mal en peor, pero de pronto, tras aquellas palabras de desesperación y dolor, puedes escuchar un 'te quiero mucho' sincero. Casi pensabas que ibas a morir, cuando te abraza muy fuerte y apenas puedes llorar. Solo piensas en demostrarle que puede confiar en ti, que lo amas con todo tu corazón, que tu destino está unido al suyo, que es el mismo, que sois dos, dos en uno. 


Lo veía dormir

Lo veía dormir. Y sentir que descansaba a mi lado. 
Su respiración acompasada y casi monótona recorría despacio la cargada habitación, y tal vez, él soñaba. Su rostro parecía tranquilo, como si expresara felicidad. 
Y yo solo quería permanecer ahí, a su lado, mucho, mucho tiempo.


A veces fallas

A veces fallas. Y caes tan bajo, que ni siquiera sabías que existía ese lugar. Y es el lugar más triste y oscuro, de donde solo puedes salir con su ayuda. Entonces lloras, tu error. Otra vez. Y ese algo tan fuerte que antes os unía, ahora se ha vuelto en contra. Y es todo por tu culpa. Él no se lo merece. Solo quieres llorar. Ahora parece que aquellas miradas se evitan, que todo aquel amor se ha visto tan ofendido y traicionado que se va alejando. Ya no te habla, ya no te mira, ya no te da la mano, ya no te besa, ya no sonríe, y tu, sientes que ya has muerto.


Celos

Eran otros tiempos, días en los que todavía el destino no os había unido. 
Él habla muy serio. Tus ojos se empañan, el corazón se encoge en un puño y deseas que cesen sus palabras. Te cuenta como era ella, lo que hacían, sus momentos, sus horas. 
Los celos se clavan en tu alma como cuchillos. Y tu sientes que te has tragado un nudo, pues te cuesta respirar, solo deseas ser mejor que aquella, ser la chica de sus sueños, la que lo vuelva loco, loco de felicidad.


sábado, 1 de septiembre de 2012

Lluvia mojada

Gotas de agua, y caen. Tu las miras, suspirando, y sientes que el tiempo pasa lento y pesado ante ti. El cielo está gris, todo el paisaje se ha rendido ante una fuerte y mojada lluvia, formando grandes charcos de agua en las esquinas, empapando a las gentes que corren apresurando cada uno de sus pasos. Se oyen unos leves sonidos, paraguas que se abren, y pájaros que huyen del agua que cae a toda prisa del cielo. Todos parecen huir de la lluvia, sin embargo a ti te gusta, y a través de aquel cristal empañado, te preguntas si alguien estará igual que tu, observando a la naturaleza, y suspirando entre pensamientos.


Empezando por hoy

Sueñas que creces, y junto a él formas una bonita y feliz familia, niños de ojos azules, muñecas de rizos dorados, y tan sonrientes que parece imposible, y sus miradas llenas de ilusión. Vestidas de terciopelo rojo y lazos cosidos ciñen sus cinturas. Ellos llevan camisas claras de algodón, que caen en sus pequeños hombros como si las hubieran cosido en ellos. Y tu los miras con tal encanto, que parece que tu orgullo crece y crece a cada segundo que pasa. Y él, mantiene sus ojos en ti, y susurra que estas preciosa, que cada día da gracias al cielo por tener esa familia, que vivir es increíble, si es a tu lado. Pronto despiertas de aquel sueño y decides hacerlo realidad, empezando por aquello que llaman 'hoy'.


Ya quieres que vuelva

Sonidos y luces. Te es casi imposible separar tus ojos de los suyos, tan llenos de amor y ternura, pero alzas la vista, ahí llega, el tren. El mismo que os volvió a unir, el mismo que ahora os separa. Aquel que viste como amigo, ahora se acerca, debes subir. No quieres. Lo amas. Has pasado unos día increíbles a su lado, llenos de amor, sorpresas, ilusiones, besos, caricias y abrazos. Grabas su imagen instantes antes de montarte, él te sonríe, parece que susurra que te ama, que pronto volverá, que su corazón es tuyo, que eres su princesita. Y de pronto tus pies desafían al corazón, y voltean tu cuerpo haciendo de ti un pasajero más, con lágrimas en los ojos, y suplicando que alguien te dé el valor de volver junto a él y abandonar aquel triste vagón. Pero de pronto las puertas crujen bajo tus pies, que tiemblan observando el movimiento de aquel paisaje que tanto echaras de menos, y aquella mirada que se clava en tus ojos se despide con dolor, a través de un sucio cristal. Se fue. Y ya quieres que vuelva.


Preocupación

Sentimiento de preocupación, estás agitada y un interrogante navega por tu cabeza una y otra vez. 
Sientes que todos tus otros pensamientos han quedado anulados, que se han desvanecido y tan solo queda uno. El peor de todos. Y no se irá hasta que algo lo permita. Ese algo, no llega, se ha perdido quizá, o tal vez nunca llegue. Pero no te deja vivir, y necesitas una respuesta cuanto antes, sino, sientes que mueres.