A contracorriente

Comerme el mundo, saltar por encima de los muros del orgullo, romper las distancias, coger fuerzas de la nada, rasgarme la piel de tanto sonreír, caerme mil veces y levantarme dos mil, equivocarme y aprender, ir en contra de la gravedad, besar con los ojos, pisar con las manos, hablar en silencio, soñar con los ojos abiertos, gritar de alegría, llorar de felicidad, regalar abrazos, cambiar el mundo.

miércoles, 10 de julio de 2013

Entre miedo y tristeza.

Colgar el teléfono con tristeza, con dolor de no saber qué ocurre, qué ha cambiado nuestro amor. 
Apenas comprendí tus palabras y ya colgabas, apenas comprendí las mías, y lo cierto es que acepté haberme vuelto loca y no pedí siquiera remedio, pues no me importaba. 
El miedo era sangre que corría entre mis venas, y la resignación me envolvía cuidadosamente.



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