Y rompías mis esquemas de nuevo, derramando mis planes ya vacíos de sentido.
Tú, me amabas, y tocabas mi fibra, mi corazoncito latía de amor, y el fuego volvía, asustándome.
Y me daba cuenta de que estabas tan dentro de mi que apenas podía pensar en dejarte, y rompía mi alma imaginando una vida lejos de ti.
Sí, tal vez me había acostumbrado, sí, pero mi fondo me decía que tanto te amaba que te necesitaba, porque el amor mata tanto, que confundo lo nuestro con un calvario voluntario, y tal vez soy estúpida, pero te quiero seguir amando.
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