A contracorriente

Comerme el mundo, saltar por encima de los muros del orgullo, romper las distancias, coger fuerzas de la nada, rasgarme la piel de tanto sonreír, caerme mil veces y levantarme dos mil, equivocarme y aprender, ir en contra de la gravedad, besar con los ojos, pisar con las manos, hablar en silencio, soñar con los ojos abiertos, gritar de alegría, llorar de felicidad, regalar abrazos, cambiar el mundo.

jueves, 1 de agosto de 2013

Batería baja.

Es como cuando te pones los cascos y la música empieza a nublar tu mente, y tus pensamientos se reducen a las imágenes de algún recuerdo que quedó dormido en algún rincón de tus sueños. Cierras los ojos, te dejas llevar. 
Y entonces le ves, se acerca a ti y te besa en la frente.
-Te estaba buscando, a ti.
+¿Te conozco?
-Sí, ¿no me recuerdas? Solías colarte en mis sueños y desde entonces no pude cesar de buscarte. Vengo a hacerte feliz, a encender aquella sonrisa que antes solía iluminar tu rostro.
+Oh.. tiendo a olvidar aquellos sueños que solo duelen por ser demasiado lejanos a la realidad, lo siento.
Y entonces la canción se detiene y vuelves al mundo gris que te envuelve. Batería baja, y casi aguantas las lágrimas que amenazan con deshacer el nudo que te esta matando, y no te deja respirar.



1 comentario:

  1. Una cancion. Cuatro minutos de paz en el que ni el mismisimo Dios se atreveria a interrumpir. Son momentos en los que te escapas de este mundo gris. Por eso intento embriagar mis noches con largas listas de musica y asi escapar de la realidad, hasta pensar que soy algo mejor que al comienzo de la noche. Entonces caigo dormido y todo volvera a ser el mismo mundo oscuro.
    Hay personas que vienen con luz en la mirada y una caja de Alpino debajo del brazo para permitirte colorear el mundo. Todas las personas merecen el placer de conocer a alguien que te haga escapar de la realidad en un instante. Cuando esa persona venga espero reconocerla al instante y no equivocarme. Espero retenerla a mi lado por toda una eternidad. En alguna ocasion he pensado que tu eras una de ellas, por ello, merezco el placer de disfrutar de tu compañia mas tiempo. Merezco el placer de sonreir, de hacer bobadas, de echar azucar debajo de la almohada y de poder abrazarte sin miedo a despertar.

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