A contracorriente

Comerme el mundo, saltar por encima de los muros del orgullo, romper las distancias, coger fuerzas de la nada, rasgarme la piel de tanto sonreír, caerme mil veces y levantarme dos mil, equivocarme y aprender, ir en contra de la gravedad, besar con los ojos, pisar con las manos, hablar en silencio, soñar con los ojos abiertos, gritar de alegría, llorar de felicidad, regalar abrazos, cambiar el mundo.

miércoles, 30 de mayo de 2012

Solo ocurre


Hay veces que solo ocurre. Y sí, nunca lo pensaste , pero llegó así de pronto, y sucedió. Y luego lo piensas y no te arrepientes, sigues pensando que a pesar de que siempre te juraste que no lo ibas a hacer, lo repetirías una y mil veces, sin cambiar nada, dejando que los segundos transcurran lejanos, sin que te preocupen, olvidando por una vez que existen. Solo eres tú, y él. Y quieres que así sea mucho tiempo más, tanto, que llegue un día que no recuerdes un solo momento que no fuese a su lado, tanto, que quieres que aún pase más. Y que puedas oír su respiración a centímetros de tu rostro, y que lo más bonito de tus ojos sea el reflejo de los suyos. Esos ojos que algún día tal vez, veas en tus brazos, en una pequeña niña, tan bonita y delicada que parece que un golpe de viento puede llevársela lejos, pero tu sabes que será feliz, casi tanto como lo eres tú.‏ 



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