Noche adentro, te encuentras de nuevo en tu cama y el tiempo avanza, tu intentas cerrar los ojos y dejarte llevar. Dejarte llevar por el sueño que sueles tener a esas horas, pero sin embargo, hoy no llega. Hoy llegan otras cosas, y en tu mente aparecen imágenes, palabras, sonrisas. Aprietas los ojos bien fuerte para que desaparezcan, pues ya habías decidido que no volverías a recordar; que recordar, es solo para aquellos que viven del pasado, y tu ya no eres de esos. Pero no puedes evitarlo, dentro de ti algo te dice que necesitas vivir de nuevo aquello que te hacía tan feliz, aquello que deseaste un día que durara para siempre. Suspiras, y sin darte cuenta ya estás inmerso en esos pensamientos profundos que una vez más, han logrado invadirte, y cada vez van profundizando más y más en tu interior sin pedir permiso. Llega aquí el momento en el que estás soñando con aquellos pensamientos, y lo ves. Ves a aquella persona que significó tanto para ti tiempo atrás, y te juraste a ti misma olvidar, por todo el daño que te hizo. Pero esta vez llega sonriente, él se acerca y te dice que eres la niña más bonita del mundo, y tu te quedas ahí, con los pies clavados en el suelo que poco a poco se desvanece y sientes que estás rozando el cielo y que te elevas con él a cualquier lugar que ni siquiera existe. Tú sigues soñando. Y posiblemente cuando te levantes la mañana siguiente, ya no recordarás nada de aquello, solo dirás: 'Hoy no he soñado nada, o por lo menos no me acuerdo'.
No hay comentarios:
Publicar un comentario