Lloras con ese pensamiento aferrando a ti, caen, deprisa o
despacio, no reparas en ese pequeño detalle.
Manos temblorosas, juegan con el
ritmo de tu corazón acelerado. Tristeza, dolor, desesperación.
Cuando desahogas
todas tus preocupaciones en un vaso de lagrimas.
Sonrisas que huyen del
momento, alegrías que desaparecen, tan solo dejan unos ojos húmedos, que gritan
consolación.
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