A contracorriente

Comerme el mundo, saltar por encima de los muros del orgullo, romper las distancias, coger fuerzas de la nada, rasgarme la piel de tanto sonreír, caerme mil veces y levantarme dos mil, equivocarme y aprender, ir en contra de la gravedad, besar con los ojos, pisar con las manos, hablar en silencio, soñar con los ojos abiertos, gritar de alegría, llorar de felicidad, regalar abrazos, cambiar el mundo.

jueves, 28 de junio de 2012

Se acerca veloz


Quisiera saber cómo lo llaman. Al no querer, al recordar, al cerrar los ojos y viajar a mil momentos en un solo segundo, simplemente, en no querer pasar página mientras ves que no tienes otra opción. Dejar pasar el tiempo no es opcional. Y cada vez se acerca más el momento de despedir aquella parte de tu vida que tanto amas, tal vez no se vaya muy lejos, pero ya no será como antes, y ojalá me equivocara. Pero dicen que si no pasas página nunca sabes qué viene después, qué te espera en un futuro, qué te depara el destino. Y con una triste sonrisa te limitas a ponerte a un lado, y dejar pasar el tren del tiempo. Se acerca veloz, pero como de costumbre.‏


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