Hay encuentros, salidas, momentos, y algo llamado citas, luego hay cenas, cines, y tantas partes de tu vida que amas recordar y sonreír.
Ayer. Las nueve de la noche. Su calle. Su portal. Su timbre. Su voz. Iba a cenar. Solos. Él, yo, nosotros.
- Hola amor, te esperaba.
+ Hola amor!
Él, me tapa los ojos con ambas manos. Vamos avanzando poco a poco por su recibidor. Me descubre los ojos, y veo aquel sueño hecho realidad. Poca luz, nuestra cena servida en una preciosa mesa de madera cubierta con un mantel rojo, una vela encendida. Y mi expresión de felicidad contenida por la sorpresa del momento. Él, observándome:
- Esto es para ti.
Y veo un paquete de muchos colores. Y hay demasiadas emociones. Y soy feliz. Y abro el paquete. Y me quiere, y yo lo amo. Y ese momento nunca se va a olvidar.
Y cenamos. Y hablamos. Y nos miramos. Y el tiempo hace lo mismo de siempre, pasa veloz.
Y la noche es nuestra, y la aprovechamos. Y me acompaña a casa. Y sonreímos. Y cuando ya se va, ya le echo de menos.
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