A contracorriente

Comerme el mundo, saltar por encima de los muros del orgullo, romper las distancias, coger fuerzas de la nada, rasgarme la piel de tanto sonreír, caerme mil veces y levantarme dos mil, equivocarme y aprender, ir en contra de la gravedad, besar con los ojos, pisar con las manos, hablar en silencio, soñar con los ojos abiertos, gritar de alegría, llorar de felicidad, regalar abrazos, cambiar el mundo.

domingo, 21 de octubre de 2012

Happiness

Sentirse extraño, pero feliz. 
Saber que a pesar de la lluvia, el sol va a salir. 
Cuando una carcajada se contagia, cuando un niño aprende a andar, cuando un escalador llega a la cima, o cuando una pareja formula un sí quiero. 
Ahí se esconde la felicidad, en cada pequeño detalle, en cada chispa de magia, en cada nota musical, en cada descubrimiento. 
Y se asoma poco a poco, llenando corazones, y lágrimas de felicidad, gritando que para ser feliz, debes aprender a vivir cada pequeño momento, y lograr sonreír, a pesar de que esté nublado. 




Temes despertar

Llega el día, el momento, la hora, e incluso el minuto y el segundo en el que eres tan feliz que ni lo piensas, y vuelas en el tiempo y su felicidad, disfrutando de cada detalle, de cada gesto, de cada color y sonido. 
Y todo es tan perfecto, que temes despertar de algún posible sueño.


Hoy te quiero

Hoy te ha dicho que te quiere, más veces que nunca. 
Hoy te ha recordado cuanto te ha echado de menos si no estabas a su lado, habéis vuelto a vivir juntos mil recuerdos. 
Hoy todo ha sido genial, los besos eran sinceros. Sus ojos buscaban los tuyos y una sonrisa suya, era tu alegría. 
Hoy has vuelto a sentir aquellas mariposas que dormían en tu interior desde hacía un largo tiempo. 
Hoy se acaba en cinco minutos, y ya quieres que vuelva a empezar. 



jueves, 11 de octubre de 2012

Masoquismo

Masoquismo. Saber que duele, pero no te importa lo suficiente como para abandonar, y seguir insistiendo  metiendo el dedo en la yaga, muy profundo. 
Y casi retorcerse de tanto que duele, pues debías de haberlo imaginado. Y una vez cesan las palabras, el dolor no desaparece, sino que aumenta, pues tu mente comienza a crear pensamientos a partir de aquello, y tú, en vez de evitarlos, aún los piensas más, sufriendo y llorando de rabia, con lágrimas que parecen resbalar por entre los poros de tu piel. 
Tu respiración no es acompasada, sino que se llena de recortes y apenas pues inhalar un soplo de aire. Sufres, pero no te das cuenta de que no vale la pena, pues todo eso ocurre por tu alto nivel de masoquismo, por tus escasas ganas de cesar de pensar en aquello, pues te vuelve loco la posibilidad de que sea cierto, pero en tu interior sabes que solo estás sufriendo por tu culpa.

viernes, 5 de octubre de 2012

Un amor lleno de colores

Tu y él, él y tu. Nadie más. Un amor lleno de colores, de días de sol y de lluvias, un sentimiento alegre y tal vez triste. Una sensación de felicidad, de deseo, de compartirlo todo a su lado. 
Y son momentos y momentos de amor, de bailar al ritmo de unos ojos que te miran fijamente, que gritan que te aman, que eres suya, y que todo es perfecto cuando el amor es fuerte y sincero.



Cumpleaños

Cumpleaños. Sonríes frente aquella bonita tarta de magdalenas y chocolates, mientras las dos velas de cera se van consumiendo con el paso de los pesados y veloces segundos. Tanta ilusión y encanto en aquellas pequeñas mechas de las velitas, que bailan su fuego al compás del viento. Muchos deseos nublan tu mente, debes escoger tan solo uno. De pronto te sorprendes de nuevo con el mismo de cada año. Y cierras los ojos, apretando levemente los labios dejando escapar una cortina de aire que acaba con esas chispas de fuego, y se lleva volando tu deseo y toda la magia del momento. Ya has soplado las velas. Y con ese acto dicen que creces, uno más, casi no lo notas, ni siquiera te sientes más viejita, pero a partir de ese día, ya todo será diferente.


Imaginación

Cierras los ojos. Imaginas su figura andando pausadamente hacia ti. Aprietas muy fuerte los párpados, y cada vez está más cerca, casi oyes sus pasos perfectamente acompasados, su sonrisa que tanto te enamora. Los árboles van desapareciendo, el paisaje se vuelve cada vez más borroso, pero él, él sigue avanzando perfectamente nítido. Y llega. Desliza suavemente sus dedos por entre los tuyos,  como si llevara esperando ese momento mucho tiempo. Su respiración marca el ritmo de la melodía más bella que nadie ha compuesto, y de pronto, su rostro se aproxima cautelosamente al tuyo, y cuando casi había logrado que te olvidaras de tu propia existencia, entonces, te besa. Sus labios perfectos rozan los tuyos, con cuidado y mucho amor, y sois dos en uno, y os dejáis llevar por la magia del momento, por la brisa del viento y el cantar de algún pajarito que apenas oís. 


Cansancio

Cansancio. Los ojos se te van cerrando, debajo de esos párpados pesados, las piernas tiemblan desesperadas en busca de un lugar donde desfallecer, caer casi muertas y descansar... Pero no. 
Debes seguir tu camino, unas pocas horas más. 
El agotamiento te invade lentamente pero es muy fuerte y te cuesta hasta respirar. Nunca te rindas, valdrá la pena.