A contracorriente

Comerme el mundo, saltar por encima de los muros del orgullo, romper las distancias, coger fuerzas de la nada, rasgarme la piel de tanto sonreír, caerme mil veces y levantarme dos mil, equivocarme y aprender, ir en contra de la gravedad, besar con los ojos, pisar con las manos, hablar en silencio, soñar con los ojos abiertos, gritar de alegría, llorar de felicidad, regalar abrazos, cambiar el mundo.

domingo, 13 de abril de 2014

Basta.

'Creo que me iré a dormir temprano, así pasa deprisa el tiempo que falta para volverte a ver'. Basta. Si sigues así no voy a poder evitar enamorarme cada día más de ti, de tus palabras, de tu todo. Tengo tanto amor puesto en ti, que muero al pensar que podría perderte algún día. Y es que sueño con volar contigo de la mano, muy alto, muy lejos, sin saber a dónde vamos, pero seguros de que si nos tenemos el uno al otro, el destino es lo de menos. 
Te digo que, si me pongo celosa es por el miedo a que alguien descubra lo que yo he visto en ti, que si te hago enfadar es porque me enamora tu reacción y tu cara de niño triste, que si me hablas y no te escucho es porque estoy demasiado ocupada mirándote los labios y besándote con la mirada. Te digo que me encanta que disfrutes los pequeños detalles de la vida, que te sorprendas ante cosas que merecen detenerse y sonreír, pero que muchos pasarían por alto. 
Déjame leerte. Abre el libro de tu vida y pásame el pincel, pongámonos manos a la obra. Construyamos un mundo de felicidad que sea solo nuestro, y luego, compartámoslo con los demás. Perdámonos en un laberinto sin salida, y que no nos importe; sonriamos. Inventemos límites y crucémoslos. Seamos tú y yo, seamos dos, dos en uno.

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