A contracorriente

Comerme el mundo, saltar por encima de los muros del orgullo, romper las distancias, coger fuerzas de la nada, rasgarme la piel de tanto sonreír, caerme mil veces y levantarme dos mil, equivocarme y aprender, ir en contra de la gravedad, besar con los ojos, pisar con las manos, hablar en silencio, soñar con los ojos abiertos, gritar de alegría, llorar de felicidad, regalar abrazos, cambiar el mundo.

lunes, 4 de febrero de 2013

Corazón de fuego

Mi corazón ardía, un fuego quemaba en mi interior, tan lleno y ardiente. Era su presencia, sus palabras, su mirada. Aquella sonrisa, aquel aroma. El amor escondido entre pequeños detalles, sintiendo cada latido tan fuerte que asustaba y sorprendía el cálido momento.



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