A contracorriente

Comerme el mundo, saltar por encima de los muros del orgullo, romper las distancias, coger fuerzas de la nada, rasgarme la piel de tanto sonreír, caerme mil veces y levantarme dos mil, equivocarme y aprender, ir en contra de la gravedad, besar con los ojos, pisar con las manos, hablar en silencio, soñar con los ojos abiertos, gritar de alegría, llorar de felicidad, regalar abrazos, cambiar el mundo.

jueves, 20 de diciembre de 2012

Volvía

Volvía, como todo vuelve, como se habían ido aquellos dulces días, hoy había vuelto uno de ellos, como si quisiera abrirme los ojos y decir: todo está bien, no sufras, nada ha cambiado todavía. Sus manos acariciaban mi rostro, ojos que penetran en una mirada sincera, navegando en pensamientos felices, os sorprendíais de hablar un mismo lenguaje, de pensar unos mismos pensamientos, por una vez, como aquellos tiempos. Hoy estabais cómodos abrazados, y los besos eran tan dulces como el primero. El amor está lleno de sorpresas, no siempre debes crear el momento, pues muchas veces llega solo, y esas son las mejores. Sabias palabras.


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